¿Tienes más dudas?

Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

Cada proceso es único y requiere de unos tempos determinados. Haremos las sesiones que necesites: ni más, ni menos. No me gusta perder el tiempo, y tampoco quiero que lo pierdas tú. Si siento que nos hemos ‘’atascado’’ en el proceso o siento que no tengo herramientas para acompañarte, te lo haré saber.

La frecuencia de las sesiones la decidiremos conjuntamente, tú como cliente y yo como psicóloga. Vendrá marcada por la situación en que te encuentres, por la preferencia que tengas y en función del que valore como profesional. No te preocupes, yo te haré mi recomendación pero tú tienes la última palabra.
Si tu disponibilidad o circunstancias lo requieren hacer de una manera diferente, podemos pactarlo de otro modo.

A medida que vayamos viendo cambios y avanzando en el proceso iremos espaciando las visitas.

Las tareas son ejercicios que tendrás de ‘’deberes’’ para hacer entre una sesión y la siguiente. El objetivo de estas tareas vendrá marcado por el objetivo de terapia que tengamos. Pueden ser tareas orientadas a observar algo en concreto, aplicar algún ejercicio que hayamos hecho previamente a consulta, escribir sobre algo, reflexionar o hacer algún ejercicio o actividad diferente al que acostumbras a hacer en tu día a día…

Lo único que diferencia una psicoterapia de una terapia sexual es el contenido del que se habla. Se trabaja igual que una consulta ordinaria: me explicas, te pregunto, profundizamos, establecemos objetivos, te recomiendo tareas y revisamos el proceso.

En caso de que sea necesaria una evaluación fisiológica/física de la zona genital se pautarán visitas con otros profesionales: fisioterapeuta del suelo pélvico, profesional de la ginecología, urología o andrología.